La importancia de hacerse preguntas…

Los seres humanos a menudo buscamos la verdad. Hemos construido las llamadas “disciplinas” para edificar verdades sobre aquello que nos ha resultado un misterio a lo largo de la historia. La paradoja es que una vez alcanzada la verdad uno podría pensar que viviríamos mejor, más felices, más “plenos” y tranquilos.

Paradójicamente, en una época dónde parecen las “ciencias” habernos respondido casi todo, habitamos a menudo un cuerpo que padece de fenómenos que el sentido común suele llamar “ansiedad”, “ataques de pánico”, “fibromialgia”, y otros tantos nombres. ¿Por qué? ¿Qué falló?

Así como necesitamos de la verdad, necesitamos de las preguntas. La facultad humana de pensar y preguntarse es una habilidad que permite abrir espacios dónde para no quedar sentenciado a un destino inminente de padecimiento que se cierra sobre sí mismo y declarado por el otro como crónico y patológico. ¿Qué serán la “ansiedad”?¿La “fibromialgia”?¿Los “ataques de pánico”? “Usted tiene ansiedad porque está estresado”, ¿qué significa? ¿Qué es el Stress?

No renunciar a hacerse preguntas (aunque siempre inquiete) es no renunciar al poder interior de hacerse un lugar en el cuerpo y en el mundo.

¿Y tú?¿Qué preguntas te haces a diario para hacerte un espacio y seguir adentrándote en tu interior?